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Parapente Extremo en los Andes: La Danza de los
Valientes
Volar ha sido siempre una obsesión humana.
Al principio hubo cientos de intentos de conquistar los aires con
increíbles y fantásticas máquinas, luego apareció
el avión y con un poco de creatividad y mucha tecnología,
volar se convirtió en una realidad. Globos, zeppelines, jets
o cohetes, los seres humanos alcanzaron el objetivo de transportarse
de un lugar a otro por encima de las nubes, sin embargo todavía
faltaba un sueño por cumplir: volar como un pájaro,
sentir el viento helado golpeando contra las mejillas, dominar las
corrientes de aire usando tan solo el cuerpo...el parapente fue
la solución.
Se considera al parapente como el aparato que imita el vuelo de
un pájaro con mayor exactitud. El parapentista aprovecha
las corrientes de aire caliente para sustentarse en el aire y así
poder moverse suavemente a través del cielo abierto.
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Ecuador tiene lugares espectaculares para practicar
este deporte. Las condiciones son perfectas todo el año gracias
a un clima benevolente y constante, además los paisajes donde
se practica el parapente no pueden ser mejores. Se puede volar a
2800 metros sobre el nivel del mar desde el Pichincha, el volcán
activo que cobija a Quito, la ciudad capital. Desde el aire será
posible admirar, tal como lo hacen los cóndores, la increíble
topografía de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Quizás se prefiera un lugar más solitario e inspiracional.
La playa de Crucita es el lugar perfecto. Crucita es considerado
el mejor lugar para hacer parapente en el Ecuador y Suramérica.
Una corriente constante de aire caliente golpea incesantemente un
acantilado desde donde se despega y se aterriza. Los vuelos pueden
durar cerca de seis horas o más encima del mar. Crucita es
una combinación única entre pueblo de pescadores y
de parapentistas. La mayoría de lugares para alojarse son
baratos, la comida es exquisita y las horas de vuelo garantizadas,
acompañadas de un delicioso clima tropical.
Otro lugar increíble para practicar parapente es la laguna
de Yahuarcocha. Yahuarcocha está ubicada en la provincia
de Imbabura, dos horas al norte de Quito si se viaja en carro o
en autobus. En Quichua, Yahuarcocha significa "lago de sangre"
ya que hace quinientos
años hubo una cruenta batalla en ese lugar. Muchos indígenas
murieron y los cuerpos fueron a dar a la laguna, cuyas aguas se
tiñieron de rojo. Ahora es imposible encontrar rastros de
la batalla. Lo que si es seguro que se podrá encontrar un
espectacular paisaje andino: la laguna rodeada por montañas
y por varias comunidades indígenas del sector.
Actualmente, este lugar está adquiriendo fama para los parapentistas
ya que es el lugar perfecto para practicar parapente acrobático.
Algunos prefieren llamarlo parapente extremo ya que el objetivo
es provocar emergencias en el aire haciendo giros y vueltas frenéticas,
y luego volver a la posición original. En esta mágica
danza aérea, será posible ver como los pilotos cierran
sus parapentes, desafiando a la gravedad con caídas libres
temerarias. También se podrá ver peligrosas figuras
como el "croissant" o la luna creciente, que consiste
en doblar el parapente para que las puntas de las alas se toquen
entre sí.
El parapente acrobático nació en Europa, los pilotos
profesionales hacían pruebas de los nuevos modelos de parapentes
en situaciones extremas y así empezó todo.
En Ecuador es una práctica relativamente
nueva, pero existen ya excelentes pilotos que se están poniendo
a punto para competencias internacionales. Esta nueva forma de practicar
parapente debe ser realizada encima del agua, y por motivos de seguridad
debe haber un bote con salvavidas mientras duren los vuelos. Además
los parapentistas deben tener un equipo básico de seguridad
como el casco, un chaleco salvavidas y un paracaídas de emergencias.
Para practicar el parapente acrobático se debe tener experiencia
previa en vuelos normales. Si no se la tiene, de todas maneras es
genial observar a estos intrépidos realizando maniobras en
el aire.
Además se puede disfrutar del espectáculo desde las
alturas, aunque usted no sepa volar. Algunas compañías
locales ofrecen vuelos en tandem. No hay sensación que se
le parezca, así que apúrese y extienda sus alas, un
hermoso país lo está esperando.
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